Las alitas de pollo se pueden preparar de muchas maneras, pero aunque están muy buenas fritas, hay momentos en los que no te apetece comer «lo mismo de siempre» y prefieres preparar algo diferente.
Y, cómo no, mi marido empezó a querer preparar alguna receta especial, con la intención de conseguir encontrar un placer absoluto para el paladar… y lo encontró! 😀
Ingredientes:
- 3 bandejitas de alitas de pollo
- Perejil
- Ajo
- Sal
- Canela
- 1 vaso de vino tinto
- Pimentón dulce
- Pimienta
- Salsa barbacoa
- 125 gr de mantequilla
- Mostaza en grano
- Azúcar moreno
Preparación:
Primero de todo necesitamos un bol bien grande para colocar todas las alitas de pollo que queramos preparar. Las ponemos dentro y le añadiremos los siguientes condimentos:
- Sal
- Ajo picado al gusto
- Perejil picado al gusto
- Pimentón dulce
- Canela
- Pimienta
- 1 vaso de vino tinto
- Mostaza en grano
- Azúcar moreno
- Salsa barbacoa (la que más os guste)
- 125 gr de Mantequilla





El vino podéis echarlo en cualquier momento, en el fondo, de lo que se trata es de que echéis todos los condimentos y dejemos macerar las alitas un buen rato con toda la sustancia.



Una vez hemos echado todos los ingredientes, removemos bien todo para que se mezcle bien y lo dejamos macerar un rato, más o menos de 15 a 20 minutos. Así cogerán buen sabor nuestras alitas.

Las colocamos en un recipiente para horno (nosotros usamos una fuente de cristal ovalada), y las cocinamos durante unos 45 minutos, todo dependiendo de lo grandes que sean las alitas.

Como la piel ahora está muy tiernecita, si queremos darle un toque más hecho, lo que vamos a hacer es saltearlas para que se caramelicen.
Para hacerlo, las pondremos en una olla, iremos añadiendo el caldo DESGRASADO y luego ya estarán listas para comer.





Mientras removemos las alitas, del caldo separado poco a poco va subiendo la grasa arriba. Para coger el caldo que no tiene grasa, nosotros nos ayudamos de una jeringuilla grande.



Y cuando ya lo tengamos listo, ¡a comer se ha dicho! ya veréis que están de rechupete!

Ah! por cierto! no os penséis que os estáis comiendo una cantidad exagerada de grasa. Al separar el caldo y esquivado la grasa hemos evitado una gran cantidad. Sólo por curiosidad, dejamos que se solidificara lo que nos sobró del caldo con la grasa y luego lo pesamos en la báscula:

100 gr en grasa que no nos comemos!
Pues ale, que las disfrutéis! Que aproveche!