Hola gente!
Poco a poco se va acercando el frío (poco a poco), por lo que nos apetece comer alimentos más calentitos. Hoy os ponemos otra tapa que es caliente y picante a la vez (para cuando tengáis mucho frío :-D)
En la receta que os ponemos, no nos hemos cebado con el picante. Más bien, nos salió muy suave de picor, ya que los comensales que teníamos en ese momento no eran forofos del picante. No obstante, os diremos cómo la hemos preparado y así cogéis una referencia para poner más o menos picante.
Ingredientes:
- Gambas hermosas (ya que es una tapa y se ponen pocas, no seáis tacaños)
- Ajos
- Guindilla al gusto
- Aceite de oliva
- Sal
- Perejil
Preparación:
Primero de todo, pelaremos los ajos y después los cortaremos a rebanaditas. Pondremos el aceite a calentar a fuego muuuuuuuuuuuuuy lento.




A fuego lento tu mirada…
Mi marido dice que es importante que el ajo no se queme, ya que mataría el sabor y daría un gusto muy amargo. Así que ese es el motivo por el cual hay que hacerlo a fuego lento tu mirada.
Ahora llegaría el punto de añadir la guindilla… Mi marido tiene por costumbre echar de 2 a 3 guindillas, pero este día lo que encontró fue una guindilla de las grandes, así que cortó trocitos de la punta. Quizá este tipo de guindilla no es tan picante como las guindillas pequeñitas, y por eso nos salió suave.


Mientras los ajos se van dorando poco a poco en el aceite y cogiendo gusto picantillo con las guindillas, pelaremos las gambas, las lavaremos y les pondremos un poquito de perejil al gusto. Y las echaremos a la sartén.



A mí particularmente me gustan más picantes, pero como hay mucha gente que no les gusta demasiado el picante, tenéis esta receta para una tapa riquísima y apta para muchos gustos.
Que aproveche!