Buenas a todas y todos de nuevo! Lo prometido es deuda, así que ahí va esa fantástica receta de las típicas croquetas de la abuela.

Esta receta es de esas que pasan de abuela a mamá, y de mamá a hijos. En este caso, de nuestra queridísima «abuelita» a mi super suegra que vale un imperio, y de mi suegra a mi marido.

Ingredientes:

• 1/2 pollo
• 1 litro de leche
• 200 gr de jamón picadito
• 1/2 vaso de aceite (unos 125 ml aprox.)
• 2 vasos de harina
• 1 cebolla grande
• perejil
• huevo y pan rallado (para rebozar)

Preparación:

Lo primero de todo es desmenuzar bien el pollo, más que nada para facilitar triturar la carne en la picadora.

Luego cogemos la cebolla y la rallamos bien ralladita. A continuación, en un cazo ponemos a calentar el aceite y echamos la cebolla para sofreírla. Le añadimos el jamón picado y cuando lo tengamos sofrito, añadimos la carne picada.

Nota: En todo este proceso no hemos ni vamos a apagar el fuego.

Una vez tenemos la carne mezclada con el sofrito de cebolla y jamón, entonces le incorporamos la harina y el perejil y volvemos a removerlo todo bien.

Como siguiente paso, toca añadir la leche. Seguimos removiendo bien, hasta que notemos que la masa se despega levemente de las paredes del cazo al remover.

Cuando hayamos conseguido este punto, retiramos la masa del fuego y la dejamos enfriar hasta el día siguiente. Es recomendable tapar con papel de fil transparente para evitar que se haga costra (aunque a gustos colores).

Al día siguiente, con ayuda de una cuchara y las manos untadas ligeramente en aceite, vamos formando las croquetas pasándolas primero por huevo batido y seguidamente por el pan rallado.

Como saldrá bastante cantidad, recomendamos ir poniéndolas en una bandeja y después congelarlas. Una vez congeladas, las podemos depositar en bolsas de congelar para facilitar su guardado en el congelador.

Antes de consumirlas, os aconsejamos sacarlas un par de horas antes del congelador, para que se descongelen un poquito.

¡Que aproveche!